La neutralidad era desconocida en la antigüedad. Realmente no existía, porque en caso de guerra los pueblos o los gobernantes se veían obligados a ponerse en favor de uno de los bandos o beligerantes, y esta actitud importaba ponerse en contra del otro.
Como institución del derecho internacional aparece y se desarrolla en el siglo XVIII, como consecuencia del incremento vertiginoso del comercio marítimo durante el período de la expansión imperialista de las grandes monarquías europeas. A causa de la forma en que Inglaterra , hallándose en lucha con sus colonias de América, y por su parte Francia y España apresaban y confiscaban buques y mercancías en alta mar, se produjo una verdadera reacción contra esa política, encabezada por Catalina II de Rusia, que se concretó en el acuerdo de 1780 celebrado en Dinamarca y Suecia, al cual se adhirieron después los Países Bajos, Prusia, Austria, Portugal, las dos Sicilias, Francia, España y los Estados Unidos, y en virtud del cual se creó la "Liga de la Neutralidad Armada", con el propósito de exigir a los beligerantes, por medio de la fuerza, si era necesario, el cumplimiento de las siguientes reglas que consideraban necesarias para la libertad de comercio en los mares:
Que los buques neutrales pudieran navegar en las aguas de los beligerantes, aún de puerto a puerto.
Que las mercancías enemigas que viajaran en buque neutral no fueran sujeto de apresamiento salvo cuando fueren contrabando de guerra.
Que en cuanto a la determinación de lo que debía ser considerado como contrabando de guerra, se aplicarán en todos los casos los artículos 10 y 11 del Tratado de 1766 entre Inglaterra y Rusia.
Que se considerase que un puerto estaba bloqueado solamente cuando hubiese buques de guerra estacionados y suficientemente próximos para hacer peligrosa la entrada.
Las normas aprobadas en 1780 sirvieron de base para el acuerdo del Congreso de París de 1856 que puso término a la guerra de Crimea y aprobó la "Declaración de París" de fecha 16 de abril del mismo año, por la cual, entre otras cosas, se abolió el corso. (Navegante que capturaba y saqueaba el tráfico mercante, - patente de corso: permiso para atacar barcos y poblaciones de naciones enemigas).
Debemos aclarar que el corso es una institución impuesta desde tiempos antiguos que consistía en la autorización concedida por un Estado a un particular, nacional o extranjero, para armar a su costa uno o más barcos corsarios, que se dedicaran a abordar, apresar y saquear a los barcos enemigos o de cualquier bandera o nacionalidad.
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