jueves, 26 de mayo de 2011

8.5 LA CARTA DE LAS NACIONES UNIDAS: UNA VISIÓN Y UNA MISIÓN.


Al fundarse la ONU, al final de la Segunda Guerra Mundial, los estados nacionales de entonces respondían a la necesidad de conducir las relaciones internacionales en un régimen más cooperativo, transparente. Los planes de construir la comunidad internacional sobre cimientos nuevos y más sanos simbolizaban a la vez una manera visionaria y práctica de conducir las relaciones económicas y políticas internacionales.
En vista de los actuales debates relativos a la función y el futuro de la ONU, es importante recordar que la Carta de las Naciones Unidas: percibe los problemas políticos, de seguridad, económicos, sociales, culturales y humanitarios como interrelacionados, y por consiguiente propone soluciones y líneas de conducta coordinadas; da instrucciones a la ONU para que aborde problemas más allá de las relaciones tradicionales entre estados y luche por una cantidad de objetivos normativos más amplios, entre ellos la promoción de "un elevado nivel de vida, pleno empleo y condiciones de progreso económico y social" y la evolución económica y social de "todos los pueblos"; coloca a la ONU en la cúspide del incipiente sistema de organizaciones internacionales. Esta ha de abarcar a las instituciones especializadas existentes tales como la Organización Internacional del Trabajo (OIT), así como las instituciones de Bretton Woods -- el Fondo Monetario Internacional ( FMI) y el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF) o Banco Mundial -- instituciones establecidas un año antes de la creación de la ONU.
Las esperanzas de un futuro más pacífico y próspero fueron depositadas de este modo en un nuevo sistema de instituciones multilaterales, cuyo objetivo era brindar una señal clara tendiente a un gobierno global bajo los auspicios de la ONU. Sin embargo, desde el comienzo, esta visión internacionalista y democrática de la ONU y de sus atribuciones ha tenido que lidiar con la realidad de la política de fuerza.
Una primera manifestación de ello fue la decisión de las grandes potencias de convertir a las instituciones financieras de Bretton Woods en entes prácticamente autónomos con respecto a la ONU y mantener el nuevo órgano de comercio internacional, el Acuerdo Internacional sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT), separado de la ONU. Estas decisiones han tenido graves consecuencias para la coordinación de una política económica global y para la participación democrática en importantes instancias decisorias. No obstante, a pesar de no ajustarse plenamente a las esperanzas de los artífices del sistema internacional de posguerra más "internacionalistas", la estructura institucional emergente y los principios orientadores reivindicados permitieron alcanzar grandes progresos en los años siguientes a su creación.
Cualesquiera hayan sido las tensiones internacionales y las deficiencias de la ONU, la existencia de las Naciones Unidas como una institución para todos los países generó la sensación de formar parte de la comunidad mundial y ayudó a crear una conciencia global. Para los países en desarrollo, la ONU aportó la arena política y permitió desencadenar su lucha anticolonialista y de emancipación política, engendrando un sentimiento de poder e importancia y proporcionando un medio para participar en el escenario mundial como iguales.
Desde el punto de vista económico y social, durante los tres decenios posteriores a la creación de la ONU, el crecimiento económico generó pleno empleo y prosperidad creciente y facilitó la adquisición de derechos sociales en el Norte, a la vez que hubo desarrollo constante en muchos países del Sur.
Se adoptaron muchos principios, estructuras, pautas y referencias de cooperación internacional para el desarrollo. Entre ellos se pueden mencionar la Estrategia Internacional del Desarrollo, las metas de ayuda, el trato preferencial y la no reciprocidad en las negociaciones comerciales.
La ONU también demostró ser una fértil fuente de ideas con decisiva incidencia en la manera de proceder y en los principios del ámbito del desarrollo. El actual sistema normalizado de contabilidad nacional tuvo su origen y posterior evolución en la ONU. La idea de eximir de deudas y de contar con programas especiales para los países menos adelantados entre los países en vías de desarrollo también emanó de la ONU.
Las normas y principios fijados por los organismos especializados de la ONU han mejorado la vida tanto a nivel nacional como internacional. Los organismos menores y más especializados como la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), la Organización Meteorológica Mundial (OMM), la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) etc., a través de sus normas y regímenes reglamentarios, han contribuido a mantener el orden internacional en ámbitos tan diversos como la meteorología, las comunicaciones, la aviación, etc. Sucesivas conferencias internacionales convocadas por organizaciones de la ONU han ayudado a identificar y centrar la atención mundial en nuevos problemas relativos a temas como medio ambiente, población, energía, ciencia y tecnología, alimentación y nutrición y el lugar y función de la mujer en la sociedad y en el desarrollo social en general.
Una cantidad de nuevos órganos de la ONU como la UNCTAD y ONUDI fueron creados en respuesta a las necesidades enunciadas colectivamente por los países en desarrollo. El objetivo de estas instituciones era ayudar a formular principios orientadores y mecanismos internacionales que permitieran implementar las atribuciones contenidas en la Carta de promover el progreso económico y social de "todos los pueblos".
La investigación y el trabajo estadístico de calidad de la ONU arrojaron luz sobre el funcionamiento de la economía mundial y pusieron de manifiesto sus desigualdades y anomalías. Deliberaciones mantenidas en las nuevas instituciones y en las conferencias mundiales de la ONU, dieron lugar a acuerdos internacionales, normas y medidas que se convirtieron en elementos esenciales de la cooperación internacional para el desarrollo. Así surgió un programa de desarrollo global que se transformaría luego en una de las dimensiones clave del trabajo de la Organización.
Pero algunos de los reclamos del Sur de criterios y medidas para alcanzar mayor justicia económica parecieron poner en tela de juicio las relaciones económicas y políticas mundiales vigentes y por consiguiente los intereses inmediatos de las naciones de mayor poderío económico. Los esfuerzos por traducir estos reclamos en compromisos prácticos y programas de trabajo de la ONU rara vez recibieron apoyo entusiasta de los países más poderosos del Norte. Resultaba difícil, o imposible, alcanzar consenso sobre propuestas de directrices internacionales en ámbitos como materias primas, transferencia de tecnología y códigos de ética para empresas trasnacionales, entre otros.

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